Por primera vez en la historia política de Colombia, el proyecto de presupuesto 2025 se hundió en las comisiones económicas del Congreso y tendría que ser decretado por el Gobierno Nacional, en los próximo días.
La polarización de los diferentes sectores políticos con asiento en el legislativo, la tozudez del Gobierno de no reducir el monto de $ 523 billones, la desfinanciación de la iniciativa y la incertidumbre que generaría una propuesta que lleva de la mano una nueva reforma tributaria, desencadenaron que no se pudiera aprobar y que ni siquiera se lograra el quórum para decidirla.
Como se sabe, el primer paso negativo del mencionado Presupuesto 2025 fue el pulso por el monto definitivo del mismo que se proyectó y se congeló por el Ejecutivo en $523 billones de pesos, a pesar que algunos partidos recomendaron disminuirlo hasta menos de los $ 500 billones.
Posteriormente, trascendieron las partidas presupuestales por los distintos sectores de la economía y uno de los rubros más debatidos se relacionó con lo proyectado para la Registraduría Nacional, lo cual representaba una disminución del 77% en sus desembolsos, tema que fue rectificado por el propio Gobierno horas después.
Ahora con la imposibilidad de que el Congreso debatiera y definiera el Presupuesto para el 2025, la palabra la tiene el Ejecutivo que tendrá que decretarlo en los próximo días.
