El ministro de Energía y Minas de Colombia, Diego Mesa, aseguró este miércoles que dejar de extraer hidrocarburos de manera inmediata sería «un suicidio» económico para el país, y abogó por la continuidad de las extracciones y del uso del polémico ‘fracking’ (fractura del suelo con agua) en la próxima administración.
En una entrevista con EFE en Madrid, Mesa se refirió así a la propuesta del candidato de izquierda y favorito en las encuestas para las elecciones del 29 de mayo en Colombia, Gustavo Petro, de suspender los procesos de exploración de hidrocarburos.
«Sería un suicidio, cualquier propuesta que proponga quitarle uno de los renglones económicos principales al país y a la economía de un día para otro no es realista ni viable, y sería muy irresponsable con las familias colombianas que serían las más afectadas», dijo el ministro, que se encuentra en la capital de España en visita oficial para participar en la Asamblea Mundial del Hidrógeno Verde.
Mesa defiende el uso de energías renovables como la tecnología del hidrógeno verde, que extrae el hidrógeno del agua para obtener electricidad, e incide en que el modelo de hidrocarburos actual colombiano le ha dado ventaja al país para afrontar los retos globales.
«Hemos visto que si no tenemos hidrocarburos y nos toca importar, habría que hacer un esfuerzo fiscal enorme, hoy el precio de la gasolina es el tercero más barato de América Latina y uno de las más baratos del mundo, se triplicaría si no fuera nuestro», insiste.
A favor del ‘fracking’ si los estudios científicos lo avalan
El ministro defiende también el uso de la tecnología ‘fracking’, que perfora la tierra a gran profundidad para obtener combustibles fósiles y que está en el punto de mira de asociaciones ecologistas por su impacto en el medio ambiente.
La autorización de estos proyectos está directamente ligada con consultas a las comunidades de la zona, según recordó Mesa, quien explicó el caso reciente por el que una jueza ha detenido el primer plan piloto del país de ‘fracking’.
La decisión sobre el proyecto situado en Santander (noreste del país) vino provocada precisamente por falta de consulta a las poblaciones del área, según establecieron los tribunales, aunque el ministro asegura que no existen comunidades «en el ámbito de influencia».
«Tenemos que hacer un análisis apegado a la ciencia», opina antes de señalar que el proyecto contó con una «comisión de expertos ambientales, de salud publica, fiscales y de política petrolera» que trabajó durante «nueve meses».
«Se recomendaron pilotos, con monitoreo, salió una sentencia municipal que decía que tenía que haber consulta a las comunidades, aunque el Gobierno había certificado que no había comunidades en el ámbito de influencia», añade.
En ese sentido, asegura que la sentencia se acatará pero «ha dilatado el proceso».
«Soy un convencido de que primero hay que tener el hecho científico para que el país decida», subraya el ministro.
Llegar a compromisos ambientales
El país latinoamericano está comprometido con ser neutral en la emisión de carbono en el año 2050 siguiendo los Acuerdos de la Cumbre del Clima, y el ministro asegura que con el modelo energético actual sumado a un mayor uso de las energías renovables, se logrará la meta.
«No tenemos una gran cantidad de emisión, hemos tenido acuerdos con las principales empresas del país que se comprometen a ser carbono neutral y estamos proponiendo medidas que incluyen mitigación, adaptación, diversificación y compensación porque no es posible llegar a 2050 eliminando todas las emisiones», reconoce.
Considera a su sector como «el líder en acción climática» en Colombia, un escenario que según él «demuestra» que se puede «seguir produciendo en línea con bajar la huella de carbono y llegar a la carbono neutralidad» porque «la premisa es que no consumimos ni quemamos la mayoría de lo que se extrae».
Además, sobre la contribución que el sector puede hacer a los Acuerdos de Paz de 2016, Mesa asegura que cada vez que llega electricidad a un lugar donde no había significa «un cambio total en la calidad de vida» de esas personas.
«Es un cambio absoluto, uno porque tiene la energía eléctrica en su día a día la da por descontada, pero de tenerla a no es un abismo completo y es una herramienta en materia de equidad, oportunidades de empleo y en temas de legalidad», señala.
EFE