A pocos días que el país sea sede de la Conferencia mundial sobre biodiversidad en Cali COP 16, en octubre entrante, en el interior de nuestra Nación se alerta de los más de 14 millones de personas, de distintas regiones que no tienen acceso a agua potable.
De nada han valido por décadas, los reclamos o solicitudes de las diferentes comunidades afectadas por falta o desabastecimiento de agua, ante diversos Gobiernos que solo han disimulado su desinterés frente al tema, con asistencias parciales de carrotanques, lo cual solo ha servido para que el problema crezca en más regiones de la Nación.
Incluso un dato reciente da cuenta que las sequías por el fenómeno del niño afectó en el último tiempo a más de 365 municipios en el país sin el preciado líquido y sin recibir respuesta estatal óptima en todos los niveles.
Además los temas de racionamientos por arreglo en redes, por falta de aprovisionamiento en los embalses y por otras causas, se suman para que Colombia siga en un profundo atraso en el tema de servicios públicos, así sus dirigentes insistan en lo contrario.
Lo cierto es que la cacareada Conferencia Mundial de la Diversidad COP 16, sin duda, deberá ser aprovechada para alertar la crisis hídrica que afecta a Colombia y a muchos países del continente, con el fin de conseguir recursos para superar ese atraso en materia de saneamiento básico e infraestructura que hoy tienen millones de colombianos pobres.