OPINION
Por: Saray Robayo
Todas las reformas tributarias son impopulares y la que acaba de aprobarse, no es la excepción. A través de la historia, diferentes sociedades, desarrollan este tipo de propuestas en determinados momentos, con el fin de organizar sus sistemas financieros, enderezar el rumbo de sus economías y evitar la pérdida de confianza en los mercados internacionales.
En la actualidad, la economía global se encuentra en un momento sombrío y nuestro país no es ajeno a esta penosa tendencia que augura tiempos difíciles. Las amenazas de recesión en diferentes latitudes, la imparable subida del dólar que ha rebasado los $5.000 y la inflación que supera los dos dígitos, son algunos de los factores que afectan al país y principalmente a los más vulnerables. Ante esta complicada realidad, es necesario buscar soluciones para hacerle frente, teniendo como referente las propuestas del Presidente Petro.
A esta nueva Reforma Tributaria, es necesario prestarle especial atención y desarrollar una vigilancia exhaustiva y responsable a las inversiones que sean materializadas. Así las cosas, trabajaremos en el Plan Nacional de Desarrollo que será presentado al Congreso en los próximos meses, para que las regiones se vean beneficiadas y se generen nuevas oportunidades de empleo para mejorar la productividad y la competitividad.
Durante los debates de la Reforma Tributaria mi preocupación fue defender algunos sectores sensibles y para ello presenté más de 30 proposiciones, logrando que se acogieran 12, y con ellas pudimos sacar la leche y los quesos de los “impuestos saludables”, conseguimos que las familias que tuvieran hasta 4 dependientes tuvieran un alivio tributario, que los puertos y zonas francas no se gravaran afectando el comercio, que se exceptuaran los plásticos de primer uso utilizados en el embalaje de los productos de la canasta familiar, mantener incentivos para que los propietarios puedan cambiar su vivienda, y otros logros en pro de los colombianos.
Ahora, estaremos atentos sobre el destino de los casi $20 billones que se esperan recaudar, para que se cumpla con la función de que el que tiene más pueda aportar más en beneficio de las comunidades. Esta labor debe ser una tarea de todos, desde los grandes empresarios hasta los emprendedores y personas naturales, debemos hacer parte de la lucha contra la pobreza, que en este momento asciende a un 39,8%, en el país según la CEPAL. Solo así podremos avanzar en el mejoramiento de la calidad de vida y abrir nuevas oportunidades para que el país encuentre un futuro estable en lo económico y social.