Iris Marín, defensora del Pueblo, dijo lo que no reconocen ni el Gobierno, ni las autoridades civiles, policiales y militares y mucho menos, quienes dialogan con los grupos ilegales en esos territorios: el Guaviare está atrapado entre una cruenta violencia y la ausencia del Estado.
La Defensora del Pueblo se pronunció tras la liberación de 34 militares secuestrados en ese departamento desde el domingo anterior y que gracias a su intervención y de la ONU, la iglesia y los Ministerios de Defensa y del Interior, pudieron regresar a sus bases a salvo y con sus equipos.
En su opinión, Guaviare es uno de los departamentos más golpeados, con graves restricciones de movilidad y afectaciones ala población civil como consecuencia de enfrentamientos entre grupos de disidentes comandados por alías Iván Mordisco y Calarcá.
“Nosotros encontramos una comunidad sometida a una gobernanza criminal que impone horarios, restringe el ingreso de alimentos y de medicinas y amenaza a quienes no obedecen”, dijo la Defensora en Caracol Radio.
También alertó que que se encontró con una población cansada de la violencia y con escasa presencia institucional.
