Este fin de semana ha sido uno en los que más hechos de inseguridad se han presentado en la capital del país, ya que por lo menos cinco robos a mano armada quedaron registrados en videos que grabaron varios ciudadanos y que actualmente circulan en las redes sociales.
Dichos hechos delincuenciales, dejaron al descubierto que actualmente Bogotá pasa por la peor crisis de inseguridad de los últimos tiempos, y esta tiene sumidos en la angustia y la preocupación a los capitalinos.
En la tarde del pasado jueves 13 de julio hacia las 4:00 de la tarde, cuatro delincuentes en motocicletas abordaron a una pasajera de un taxi y a su conductor, y los despojaron de varios objetos personales en el puente de la Calle 80 (en el sector de Los Héroes) ante la mirada de varias personas que se movilizaban a esa hora en sus vehículos en esta importante vía de la capital.
Posteriormente, el viernes 14 de julio otros cuatro delincuentes (también en dos motocicletas) realizaron un millonario robo en el norte de la capital, despojando a dos hombres de 11.800 dólares que habían cambiado minutos antes en una casa de divisas en el sector de Santa Bárbara cercano a Unicentro.
Luego en horas de la mañana del sábado 15 de julio, se conoció de un nuevo hecho de inseguridad en el norte de Bogotá, en el que dos delincuentes que se desplazaban en una motocicleta pretendían robar a los pasajeros de una camioneta de alta gama en la Carrera 11 con Calle 94 a plena luz del día y ante la mirada de varios transeúntes.
La Policía Metropolitana de Bogotá dio a conocer que los robos ocurridos este fin de semana en motocicletas, a mano armada y en medio del tráfico capitalino están relacionados con bandas de fleteros que delinquen en las localidades de Chapinero y Usaquén.
Lo que llama la atención es que, pese a las capturas de las autoridades, las cifras de los hurtos en la capital del país continúan en aumento y la inseguridad está cada vez más desbordada.
Por su parte la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, lo único que ha hecho hasta el momento es culpar al Gobierno de Gustavo Petro responsabilizándolo de disminuir el número de uniformados que custodian las calles de la capital del país.
Cabe recordar que unos 1.500 policías que fueron formados para trabajar en Bogotá fueron enviados a distintas partes del país y esto afectó la operación de las autoridades.
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